¿Guerra, batalla o viaje?

Hace 12 años la realidad del cáncer se metia en mi historia, un día como hoy tuve que decirte adiós y fue muy pronto, fue injusto y esa sensación se queda impregnada en los huesos, nada cambiará ese sentir, tampoco volverá el reloj, ni se deshará lo que ya ocurrió. Hoy te siento cerca pero quisiera que estuvieras acá y suelo imaginar cómo sería…

Once años después la vida me coloca en un lugar compartido, no igual y no el mismo; quizá es la tarea de la vida que es caprichosa que me quiere llevar a entender emociones y sentires en carne propia, por ello quiero ocupar estas letras para hablar de las “metáforas”, que también han rodeado mi propia experiencia, y que siento que no ayudan y no hacen justicia a quienes tenemos que incluir el capítulo del cáncer en nuestra historia, palabras como “batalla, héroe o guerrero”.

Cuando mi padre falleció por causa de un mieloma múltiple (1) fue muy común escuchar la frase “perdió la batalla” o “perdió la guerra” Pero, ¿qué significa perder? ¿que él no fue un buen guerrero o fue simplemente derrotado? Yo estuve ahí en primera fila y doy fe (si seguimos con la metáfora de la guerra) que fue un gran guerrero, sus dolores y su lucha fueron enormes; en muchos momentos de mi propia historia me he agarrado de ese recuerdo para sacar fuerzas y continuar. Él ha sido y seguirá siendo mi inspiración, él amaba tanto la vida que sé que nunca quiso irse, pero no significa que perdió. Como lo menciona la escritora Susan Sontag en su ensayo las enfermedades y sus metáforas, a veces hablamos de la enfermedad con metáforas inadecuadas.

Como paciente, entendí que no se trata de heroísmo se trata de sobrevivencia y de aprendizaje, no es más héroe quien sobrevive al cáncer y sus efectos que quien no sobrevive, ambos somo seres humanos escribiendo su propia historia, bajo las circunstancias que la vida nos coloca; quizá unos más positivos o con más herramientas pero al final cada historia es un capítulo importante y valioso de vida.

Hoy como acompañante y paciente de cáncer entiendo el cuidado que hay que tener con el lenguaje y las metáforas que usamos. Para algunos, funciona bien la palabra guerrero porque llena de fortaleza, para otros hablar del viaje del cáncer no los identifica por que el viaje tiene otros significado cómo hacer fila en el aeropuerto y no en un hospital esperando por una orden o examen; por ello, debemos intentar descubrir cuáles son las metáforas con que cada uno nos sentimos cómodos y cómo se hace referencia de la propia enfermedad.

En mi historia personal, no me siento cómoda con la palabra héroe ni guerrera, más cuando se vive con el miedo de que el cáncer reaparezca (de eso hablaremos después) porque si eso llegase a pasar no quiero sentir que perdí la batalla y que fracasé. Si es así, prefiero verlo com una lucha diaria en donde "cada día tiene su afán", como un viaje con subidas y bajadas, como una obra en donde he tenido varios papeles.

Papá, tú serás mi inspiración hoy, mañana y siempre, jamás fuiste o serás quien perdió, fuiste un luchador, eres y serás siempre mi luz.

(Con amor para ti ❤️)

Pd. Como paciente también aprendi a recibir con amor las metáforas de quienes me hablan de mi proceso de cáncer, enterder que no lo hacen con mala intención, ni para incomar. Acepto con amor si me dicen guerrera o si me hablan de batalla aunque me sienta más comada definiendome simplemente como sobreviviente.

1. El mieloma múltiple es un tipo de cáncer que se forma en un tipo de glóbulo blanco denominado "célula plasmática". (..) Las células cancerosas se acumulan en la médula ósea y desplazan a las células sanguíneas sanas. En lugar de producir anticuerpos útiles, las células cancerosas producen proteínas anormales que pueden provocar complicaciones” Referencia: Mayo Clinc.

2. “La enfermedad y sus metáforas”, Susan Sontang. Noviembre de 2003, Buenos Aires, República Argentina.



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